viernes, 29 de agosto de 2014

Merkel, feliz con Rajoy: 140.000 millones para sus bancos Leer más: Merkel, feliz con Rajoy: 140.000 millones para sus bancos


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El Camino de Santiago es uno de los destinos favoritos de los alemanes. El hecho de que Ángela Merkel se haya encontrado en él con Mariano Rajoy es muy simbólico y las sonrisas en la foto son verdaderas. Porque Merkel está encantada de que su Rajoy haya hecho en los dos años desde su última visita casi todo lo que ella quería: más impuestos, más austeridad yninguna duda sobre el euro y Europa, incluido el seguimiento ciego en el apoyo a los golpistas de Kiev y en contra de los intereses de España. Mientras, Rajoy conseguirá seguro que ella le pague su fidelidad con dos poltronas de lujo en Bruselas para Luis de Guindos y Miguel Arias Cañete.

Pero la foto con los dos líderes sonriendo no cuadra para nada con la realidad de los dos países y la situación en Europa. España sigue teniendo problemas graves mucho más profundos de lo que reflejan las cifras oficiales. En la última visita de 'Mami' –como se le conoce a Merkel en Alemania– a España, el 6 de septiembre de 2012, también reían los dos ante las cámaras. Rajoy, con mucho nerviosismo, pero ella con mucha naturalidad, sabiendo que con el rescate bancario de 100.000 millones de euros rescataría indirectamente a sus propias entidades financieras metidas en 2007 con 140.000 millones de euros, según el Banco Internacional de Pagos. Ningún país dependía más del sector financiero español que Alemania.

España está mucho peor que en 2012. La deuda pública total, los pasivos en circulación, lo que debe el sector público español y lo que las futuras generaciones de españoles tendrán que devolver han aumentado 430.000 millones de euros, hasta llegar a los 1,43 billones: una salvajada imposible de devolver. Y todo para mantener un Estado inviable y corrupto, donde casi dos millones de enchufados nombrados a dedo, parientes y amigos de la casta política vampirizan a toda la nación. En el empleo se han destruido más de seis millones de horas de trabajo y da igual que nos digan que el número de empleados es el mismo, porque los empleos creados son empleos indecentes y los destruidos, decentes.

Un 30% de los niños españoles viven hoy por debajo del umbral de la pobreza. Las diferencias de renta y riqueza son las mayores de Europa, y multiplican por 4 las existentes hasta 1975. La renta disponible de las familias se está desmoronando y los impuestos no paran de subir hasta convertirnuestro sistema fiscal en el más arbitrario y confiscatorio del mundo desarrollado (las comunidades autónomas y ayuntamientos han inventado decenas de nuevos impuestos y tasas para mantener la corrupción y el nepotismo). El precio de los servicios esenciales es el más elevado de Europa. Sólo la prima de riesgo se ha reducido (debido al disparatado compromiso del BCE de no dejar caer a ningún país, por muy despilfarrador y corrupto que sea). No significa mejora económica alguna; es, simple y llanamente, más droga para los drogadictosemania debería interesarse más por Europa y no solamente por cobrar sus facturas

En septiembre de 2012 Alemania tenía un serio problema de imagen en España. Muchos españoles sabían que Merkel estaba aprovechando indirectamente la situación. Surgía de repente un antigermanismo en algunas partes de la sociedad. Con mucha inteligencia Merkel ha revertido la situación en estos últimos dos años, dando constantemente señales positivas de Alemania, donde parece que hay un milagro económico, lo que está muy lejos de la realidad. También se han establecidos muchas alianzas en el mundo de la formación y el trabajo para dar salida a los muchos jóvenes españoles en paro.


Lo que la sociedad española ve es una Alemania con empleo récord y su propio país con un paro entre los jóvenes tan brutal y sin esperanza alguna de mejora que muchos españoles tienen que emigrar si no quieren vivir con sus padres. Y sobre todo viendo la corrupción personal e institucional, la mayor de nuestra historia, que en los últimos dos años no sólo no va a menos sino que aumenta, con una Administración y una enseñanza pública destruidas por los socialistas desde 1984 (Ley 30/84), Merkel para muchos parece una persona honrada y la sociedad alemana, mucho más civilizada que la propia.

Cada vez más desigualdad

Mientras los españoles ven que en su país cada vez hay más desigualdad y pobreza, miran hacia Alemania como un país rico y muy bien organizado. Muchos ya van fuera para estudiar, porque ni creen en las universidades españolas ni estas les ofrecen ya una formación y una salida dignas. Esto es la triste balanza de estos dos años desde que Merkel ha venido a España. Empresas como ACS, Santander, BBVA y Telefónica han ido creciendo mientras se hundía el país, lo que da una imagen falsa de una economía española que es moderna, que invierte y expande. Pero esto es el 5 por ciento del PIB español, que tiene a la oligarquía política y al Gobierno a sus órdenes, y el resto son pymes que sufren de falta de financiación, de liquidez, de pagos retrasados y de impuestos en alza. No hay un cambio de rumbo a la vista.
Las grandes empresas tienen los impuestos más bajos de Europa y actúan de forma monopólica sin control alguno. Un ejemplo entre mil. Entre Marbella y Madrid, yendo por la autopista de peaje, todas las estaciones de servicio durante 300 kilómetros son de Repsol, un escándalo inimaginable en otro país. No sólo se quedaron por cuatro euros con las gasolineras de los pequeños empresarios en los 90, ahora el Gobierno les adjudica todas las nuevas a ellos: es la mayor corrupción institucional del mundo desarrollado. Las leyes las redacta la oligarquía empresarial y financiera, y la oligarquía política está a sus órdenes. La electricidad y el gas han bajado en Europa estos dos años, mientras que en España han subido brutalmente. ¿Para qué sirven la Fiscalía Anticorrupción, el Servicio de Defensa de la Competencia o la Comisión Nacional de la Energía?

Merkel for President

Hay una creciente corriente de opinión entre algunos españoles, los cuales estarían encantados que el partido de Merkel (el CDU) o uno similar se presentara a las elecciones españolas como partido español con su ideario liberal-conservador, un segmento enorme del electorado español al que Rajoy ha traicionado, ha expoliado y le considera rehén de sus caprichos porque carece de alternativa de voto. Sería algo fantástico que el electorado español pudiera elegir a profesionales honestos y capaces que implantaran la separación de poderes, un modelo de Estado viable; acabaran con la corrupción y con el nepotismo. Por el momento quien pierde en este Camino de Santiago no son los alemanes, sino otra vez los españoles.

*Stefanie Claudia Müller es corresponsal de la revista alemana Wirtschaftswoche. Pinche aquí para ver el reportaje original en alemán sobre la visita de Merkel a España.



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miércoles, 6 de agosto de 2014

Ladrones y trileros, fuera



Fernando Luengo
Miembro del Círculo 3E (Ecología, Economía, Energía) de Podemos y de la asociación econoNuestra.
Profesor de economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid

No es razonable, ni justo, ni decente realizar el balance de la economía española apelando al último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística, o al penúltimo, o a cualquier otro,con el único propósito de que avale la posición y respalde los intereses de quienes insisten, una y otra vez, que ya estamos saliendo de la crisis económica o que hemos superado la etapa más dura. Bueno, en realidad, como vemos continuamente, sí se puede hacer y se hace, en los últimos meses abundan los ejemplos, con el cinismo y la desvergüenza que caracteriza a este gobierno y a los responsables políticos del Partido Popular, jaleados, como siempre, por los medios de comunicación (intoxicación) que les son afines.

Me duele y me indigna el mensaje –propaganda preelectoral, con las elecciones municipales y generales a la vuelta de la esquina y con el tsumani provocado por la esperanzadora irrupción de Podemos en el mapa político- de que “nuestros esfuerzos han sido recompensados y estamos cosechando los frutos”. ¿Esfuerzos, frutos? Pienso cómo recibirán la buena nueva los que han perdido su empleo, las familias donde no entra ningún salario y los que trabajan más por menos, los que han visto sus viviendas confiscadas por los bancos, los que viven en situación de pobreza y tantos otros cuyas condiciones de vida han empeorado de manera sustancial en estos años, puede que de manera irreversible si seguimos por este camino. Invisibles para este gobierno –lo que no impedirá que, llegado el momento, se les pida el voto- e invisibles para el poder, escucharán, perplejos, frustrados y ojala que indignados, la monserga de la recuperación y el rosario de datos que, supuestamente, la confirman.

No entraré en este debate, aunque no ignoro que es necesario desmontar las falacias, verdades a medias y mentiras completas que, como la carcoma, lo impregnan todo. Me interesa, aquí y ahora, insistir en la necesidad de abordar la reflexión con cierta perspectiva -la perspectiva que no conviene a los partidos del régimen-, la que proporciona contemplar un periodo de tiempo más amplio que el exigido por la “camisa de fuerza” de la coyuntura. Necesitamos dar ese paso para no perder de vista lo mucho que nos estamos jugando y lo mucho que podemos perder, y que ya estamos perdiendo.

La derecha gobierna desde finales de 2011, no sólo los meses en los que la economía remonta ligeramente el vuelo y en los que el empleo, precario y estacional en su mayoría, mejora suavemente. Como si el hundimiento productivo de los últimos años y el desplome de las inversiones, la masiva destrucción de puestos de trabajo y el aumento del desempleo, el colapso del sistema financiero y los rescates bancarios con cargo al dinero público, el crecimiento de la desigualdad y la pobreza, el aumento de la carga fiscal sobre los trabajadores y las clases medias… como si todo este deterioro fuera cosa de otros, o, mejor todavía, formara parte de la herencia dejada por el gobierno de Zapatero, argumento estrella utilizado hasta la saciedad (reconozcamos, en todo caso, que la gestión realizada por el gobierno socialista, errónea, humillante y plegada a los poderosos, forma parte del problema; ¿nada que decir al respecto por los “renovadores” que han tomado el control del PSOE?).

Una estafa, otra más. La crisis es de altos vuelos y exige una reflexión de calado.

En este sentido, tienen razón los que criticaron las denominadas, con el eufemismo de costumbre, políticas de austeridad y devaluación interna porque sólo perseguían que los costes de la crisis financiera, enormes, los soportaran los trabajadores y la ciudadanía, como así ha sucedido. Es correcta la opinión de quienes, más allá del debate sobre la contingencia de las políticas económicas, comprendieron que las elites, aprovechando la histórica oportunidad que les brindaba una crisis de dimensiones colosales, el desconcierto y la indefensión en que sumió a la población, se han puesto manos a la obra para reestructurar el engranaje económico y las relaciones de poder, al servicio de los bancos, las grandes corporaciones, los principales acreedores y deudores y las economías con mayor potencial competitivo. Acertaron aquéllos que vieron, tras el empeño de reformar el entramado institucional de la Unión Económica y Monetaria con el objetivo de dotar de más gobernanza al euro, una verdadera refundación de Europa, crecientemente hegemonizada por Alemania y con un perfil profundamente oligárquico y antidemocrático. Ha sido atinado el análisis de quienes advirtieron que desaparecía de la agenda política, ya ocupaba un lugar muy periférico en las preocupaciones de los gobiernos precedentes, la utilización depredadora de recursos naturales y materias primas no renovables y la degradación de los ecosistemas, lo que nos acerca, o nos sitúa ya, en un horizonte de colapso civilizatorio. Y ha sido, por supuesto, un acierto la denuncia de quienes ponían el acento en el enorme retroceso que se está produciendo en la regulación y el ejercicio de los derechos civiles, privación que nos devuelve a los ciudadanos a la categoría de súbditos y a las mujeres al papel de cuidadoras.

La Gran Recesión está siendo el terreno propicio para impulsar la Gran Regresión, que avanza, hasta ahora, de manera imparable. Esta es la agenda del poder y de los poderosos. No nos perdamos en caminos secundarios; como decía antes, es mucho lo que está en juego.


Articulo de http://blogs.publico.es/econonuestra/2014/08/06/ladrones-y-trileros-fuera/